El internacionalmente reconocido oceanógrafo Osvaldo Ulloa, quien ha liderado una hazaña de repercusión mundial con el descenso a 8 mil metros de profundidad en la Fosa de Atacama, asegura que Chile se ha adelantado a las grandes potencias científicas al aportar conocimiento de impacto global.
Los océanos tienen un papel fundamental para la vida: aportan casi la mitad de nuestro oxígeno, capturando la tercera parte del carbono que emitimos a la atmósfera. Por esto —y mucho más— cada 8 de junio se conmemora el Día Mundial de los Océanos, para unir a la humanidad en torno a un proyecto sostenible que proteja a la biósfera marina, recurso clave para combatir la crisis climática.
Chile promulgó la Política Oceánica Nacional en 2018, que fue ratificada en noviembre de 2022 por el actual gobierno a través de un documento de implementación, suscrito por las carteras de Relaciones Exteriores, Defensa, Medio Ambiente, Economía, Ciencias, así como la Armada de Chile.
Esto, mientras que a través de la Política Exterior Turquesa —un eje prioritario en la estrategia multilateral liderada por la Cancillería— durante los próximos días se depositará en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York el Tratado de los Océanos firmado hace un año por Canadá, EE.UU, México, Colombia y Chile, para la creación de un corredor de protección marina. En este contexto, durante su última cuenta pública del 1 de junio, el Presidente Gabriel Boric señaló que Chile ya presentó su candidatura para transformarse en sede del tratado ante la ONU.
Desde su residencia en Plymouth, Reino Unido, el destacado oceanógrafo Osvaldo Ulloa se mantiene atento a estos movimientos, aunque llama a pasar pronto de las intenciones a la acción.
“Creo que es muy importante que Chile, a través de la Cancillería y la Política Exterior Turquesa, sea protagonista del cuidado de los océanos en la arena internacional. Pero hay un viejo dicho que dice: ‘no se cuida lo que se desconoce y no se quiere…’. Debemos seguir explorando y estudiando el océano y, al mismo tiempo, transmitir a la sociedad su importancia y las maravillas que posee”.
El liderazgo latinoamericano de Chile
Doctor en oceanografía y magíster en Biología Marina de la U. de Dalhousie (Canadá), posdoctorado en el Instituto Niels Bohr de la U. de Copenhague (Dinamarca), director del Instituto Milenio de Oceanografía, profesor titular del Departamento de Oceanografía de la U. de Concepción y miembro de la Academia Chilena de Ciencias, hoy Osvaldo Ulloa se encuentra en Reino Unido tras recibir la importante beca Royal Society Wolfson Visiting Fellowship, para lo que se tomó un año sabático.
“Como sociedad, poco a poco nos estamos dando cuenta de la importancia del océano para nuestro presente y, sobre todo, para el futuro”, señala. Y si bien afirma que aún queda mucho por avanzar –“como país seguimos dándole la espalda al mar”, dice–, también destaca que a nivel científico hoy Chile es reconocido globalmente como líder latinoamericano en Oceanografía, encabezando, uno de los rankings internacionales más importantes, el Academic Ranking of World Universities, más conocido como el ranking de Shanghai.
“Esto es muy meritorio porque la oceanografía es una disciplina relativamente nueva en Chile y, además, es cara, porque necesita buques, instrumental especializado, etc. Pese a esto, hemos sido capaces de estar a la par con potencias económicas como Brasil y México. Todo esto gracias al esfuerzo local, primero de Conicyt, y a través de la Iniciativa Científica Milenio, y ahora la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (Anid) del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación. También por el aporte de la ya desaparecida Fundación Andes. Hemos podido responder a problemas científicos mucho antes que las grandes potencias, contribuyendo desde nuestro territorio con conocimiento de impacto mundial”.
En el 2018 el investigador lideró una de las mayores hazañas de la ciencia oceanográfica: la exploración a la Fosa de Atacama, el lugar más profundo del Pacífico Sudoriental. A través de un vehículo autónomo no tripulado —el Audacia—, el equipo comandado por Ulloa posicionó a los chilenos como los primeros seres humanos en conquistar el punto más profundo de nuestro mar. Un hito de repercusión mundial, que determinó que en 2022 los invitaran a participar de la primera expedición tripulada en el lugar.
“Hay mucho interés internacional de venir a trabajar a Chile, tanto de la comunidad oceanográfica como geofísica. Los resultados preliminares de nuestras primeras expediciones están mostrando que la Fosa de Atacama es un lugar único, con una alta diversidad biológica y endemismo (especies propias). Demostramos al mundo que tenemos las capacidades de desarrollar investigación”.
Aquí, a 8 mil metros de profundidad, en uno de los ambientes más extremos y desconocidos del planeta, donde la luz no penetra más allá de unos cientos de metros, con una temperatura bajo los 2 grados Celsius y una presión hidrostática 800 veces mayor que en superficie, el equipo liderado por Osvaldo Ulloa próximamente instalará el Observatorio Integrado del Océano Profundo (IDOOS, por su sigla en inglés), que permitirá medir el desplazamiento vertical del suelo marino producto del choque de la placa de Nazca con la placa Sudamericana, permitiendo estudiar el origen de los grandes terremotos y tsunamis, y otros procesos oceanográficos en el mar profundo y ultra-profundo de Chile. También nos ayudará a encontrar grandes respuestas al cambio climático.
La exploración científica a la Fosa de Atacama continuará en 2023 sobre el buque Abate Molina, del Instituto de Fomento Pesquero (IFOP). Osvaldo Ulloa describe la hazaña: “En los anclajes pondremos sensores de pCO2 (por el momento hasta 4000 metros) para ver —entre otras cosas— qué tan rápido el incremento del CO2 atmosférico (la principal causa del cambio climático) está penetrando hacia el océano profundo. También en el largo plazo podríamos ver cambios en la temperatura y corrientes. Más que respuestas, lo que buscamos en esta etapa es entender cómo funciona el océano profundo y cómo está siendo impactado por fenómenos que se dan en superficie”.