Cocineros de diferentes partes del país han logrado la alquimia perfecta de sabores en sus platos, que ha ubicado a sus restaurantes y creaciones entre los mejores rankings a nivel mundial, aquí están sus historias.
Sabores chilenos en Araya de Singapur
“Es muy bueno cuando recibes un reconocimiento por tu trabajo” dice el chef Francisco Araya tras obtener una estrella de la “Guía Michelín“ por su restaurante Araya en Singapur. “Estamos felices con el equipo, todos trabajamos con altos estándares”. Junto a su pareja Fernanda Guerrero, maestra pastelera, instalaron hace ocho meses un restaurante en esta isla, tras vivir varios años en Shangai. Un importante inversor gastronómico apostó por su talento. Con capacidad para 30 personas, en este restaurante hay que esperar semanas para conseguir una reserva y tiene código de vestimenta “smart casual”, una mezcla de elegante e informal.
“El restaurante es sólo menú de degustación, donde destacamos los sabores de Chile y Sudamérica con un mayor enfoque en productos del mar y tubérculos de los Andes”, señala Francisco. La lúcuma, manjar y chirimoya han sido los principales protagonistas de sus postres y a la gente les encanta. Al igual que las empanadas, el chapalele, la marraqueta y el vino chileno. Francisco Araya trabajó en El Bulli del famoso chef español Ferrán Adriá, luego sus platos fueron reconocidos en Japón y Shangai. Junto a Fernanda se sienten embajadores de Chile en esta parte del mundo y para ellos es “una gran responsabilidad poner en alto los sabores de nuestro país”.
La mejor pizza napolitana es chilena
La chilena Daniela Zúñiga es la primera sudamericana en ganar el Campeonato Mundial de Pizza Caputo en Italia. La dueña de la pizzería Massa Mía, ubicada en la localidad de Lo Miranda, Región de O´Higgins, cuenta que “competir con 600 profesionales de todo el mundo fue una odisea. Era mi primera vez en Nápoles, no conocía el idioma, solo quería disfrutar la experiencia de compartir con grandes pizzaiolos (cocineros de pizza). Pero, jamás logré un puesto para ocupar la cocina y el equipamiento para hacer la masa. Decidí hacerla a mano y conseguí en varios hoteles refrigeración, creo que eso hizo más lindo el premio”.
“Dediqué muchas horas al estudio, lectura y a ver videos, sabía que la categoría STG en pizza napolitana es muy reglamentada, requiere de muchos conocimientos técnicos y habilidad” señala Daniela. El 2021 inició la venta de pizzas a pedido, luego instaló unas mesas en el estacionamiento de su casa, y ahora tiene su propio local. Esta maestra pizzera autodidacta hace unas semanas es parte del programa “Made by chileans”, colocando la Marca Chile en sus productos y relevando el valor del origen. “Mi principal interés es que otros emprendedores se motiven a mostrar su trabajo y a salir del país, es difícil, pero se puede”.
Heladería la Obra es la mejor de Sudamérica
El fundador de la heladería artesanal La Obra en Curicó, Juan José Orueta, fue destacado como el mejor heladero de Sudamérica en el Gelato Festival World Ranking 2024, ocupando el puesto 23 a nivel mundial. “El que estemos en este ranking internacional es algo que se lo debo a mi tierra El Maule, a los sabores que acá encontramos, a los productores locales, no solo a mi trabajo profesional. En Chile tenemos una materia prima envidiable”.
Este cocinero con 20 años de experiencia, dejó Santiago y se radicó en Curicó, buscando una mejor calidad de vida para él y su familia. La pandemia lo obligó a cerrar una pastelería y quedarse con la producción de helados, que hoy se convirtió en La Obra. “El helado artesanal es un alimento del futuro en el que a través de la temperatura negativa, puedes detener en el tiempo gran parte de las propiedades nutritivas de un producto”, como los helados de frutos secos y de frutas de temporada, que a su juicio son lo mejor de su negocio.
Restaurante de Valparaíso entre 50 mejores descubrimientos
En el Cerro Florida de Valparaíso se encuentra el restaurante “La Caperucita y el Lobo” considerado entre los “50 Best Discovery”, un importante ranking de los 50 lugares a descubrir en el mundo. Hace 11 años que los chefs Carolina Gatica y Leonardo de la Iglesia empezaron este cuento culinario. “Todo el mundo nos pregunta por las razones del nombre. Lo elegimos porque nos permite jugar en la carta, hay un trago que se llama Caperucita, otro lobo y cazador. La cuenta la entregamos en un libro que parece un cuento y hay una capa roja colgada… pero la inspiración vino del mismo restaurante, la antigua casa de la abuelita Lucy de Carolina, donde se hacían todas las reuniones familiares”.
“Nuestra base de sabores viene de huertas de la zona y productos del mar como machas, choritos, jaibas, erizos, somos de sopas y carne mechada. Sabores bien nuestros a los que le incorporamos técnicas modernas para diferenciarnos de otros restaurantes” explica Leonardo. Una casona de cuento donde se prueban especiales sabores de la cocina chilena, mientras se disfrutan las bonitas vistas del puerto y sus cerros.