Durante la última Conferencia Mundial sobre los Océanos de Naciones Unidas, Chile fue destacado por su trabajo constante y sostenido en el tiempo de intentar aumentar exponencialmente la red de áreas oceánicas que se encuentran bajo protección. Bajo el contexto de esta misma conferencia se definió que las principales amenazas a las que nuestras aguas se ven enfrentadas son: la acidificación en aumento de los mares, la contaminación provocada por desechos plásticos y finalmente la pesca ilegal, no declarada o reglamentada. Amenazas que el país se ha encargado paulatinamente de frenar a través de la creación de áreas protegidas y políticas relacionadas.
De acuerdo al sitio Aqua, Chile se ha preocupado también de posicionar la preservación y resguardo de las áreas marítimas como una forma de combatir el calentamiento global: “El océano es un sumidero de gases de efecto invernadero (GEI). Por eso, junto a otros países, entre estos Francia y Mónaco, lideramos una declaración denominada ‘Because The Ocean’ para que en la discusión del Acuerdo de París se incluyese, como se hizo, la conservación de los océanos como una de las herramientas para combatir el cambio climático”. Dejando claro, de esta forma, la importancia de este tema a nivel país.
Siguiendo la línea de trabajo propuesta en la Conferencia Mundial sobre los Océanos de Naciones Unidas, se ha tomado la decisión de crear dos nuevos Parques y Áreas marinas protegidas, la primera en el Archipiélago de Juan Fernández de 13.190 km2, y la segunda en el Cabo de Hornos e Islas Diego Ramírez, con 100.000 km2. De esta manera, Chile se convertiría en un líder mundial de conservación en este campo con un millón de kilómetros cuadrados de océanos protegidos.
Hoy en día en Chile existen tres tipos de zonas marítimas resguardadas o con algún tipo de protección: Reservas marinas, que corresponden a zonas más pequeñas cuyo fin es proteger especies que tienen algún interés de investigación o pesquero; Áreas Marinas y Costeras, que protegen ecosistemas o hábitats definidos, pero al mismo tiempo permiten la extracción de recursos de una manera sustentable; y finalmente los Parques Marinos, donde la protección es total y no se permite extracción de recursos naturales. La única excepción a esta última clasificación sería la pesca o extracción en comunidades tradicionales, motivo por el que se está evaluando también la creación de un Parque Marino en el sector de Rapa Nui y sus alrededores.
Se suma a esta iniciativa de liderazgo mundial, el hecho de que Chile se convertirá en sede del próximo Congreso Internacional de Áreas Marinas Protegidas, IMPAC4. Organizado e inaugurado recientemente por el Ministerio del Medio Ambiente y Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). El congreso contará con la participación de gestores y expertos en conservación marítima de todo el mundo; teniendo como fin en común reafirmar la gestión que se tiene con las zonas oceánicas protegidas, y asegurar la preservación de los ecosistemas y la biodiversidad a nivel mundial.
En relación a esto Marcelo Mena, Ministro del Medio Ambiente afirmó: “Es una oportunidad única contar con un congreso de impacto mundial en Chile. Es la primera vez que un evento de semejante envergadura se realiza en un país latinoamericano, siendo escogido Chile, precisamente, por la estrecha relación de su comunidad con el mar y por su rica biodiversidad y endemismo”.