La unión virtuosa entre talento, tecnología de vanguardia y un territorio privilegiado es la clave que está transformando a Chile en un actor relevante en las industrias del futuro y marcando pauta a nivel internacional.
A continuación, te contamos 5 iniciativas por las que Chile está creando un mejor futuro para todos:
Hidrógeno verde:
El primer proyecto de combustibles sintéticos a base de hidrógeno verde de nuestro país está en su etapa final en la Región de Magallanes. La planta demostrativa Haru Oni, de HIF Global, espera comenzar en diciembre la producción de su primer litro de combustible de carbono neutral. ¿Cómo? El proyecto obtendrá hidrógeno verde del agua con energía eólica, y luego, mediante un proceso de síntesis con CO2 capturado de la atmósfera, producirá metanol. A partir de ello, se obtendrá una gasolina que se podrá utilizar en vehículos convencionales sin modificaciones, ¡permitiendo así que el transporte sea carbono neutral! El proyecto, el primero de su tipo en Latinoamérica, contará con una planta para la producción de este combustible ecológico, una turbina eólica de 3,4 MW y una línea de transmisión de respaldo de 13 kV.
Energías renovables:
El Ministerio de Energía dio a conocer en octubre que por primera vez en Chile la energía solar y eólica superaron al carbón en la generación de electricidad. En los últimos 12 meses un 29% de la generación eléctrica nacional provino de ambas fuentes de energía renovable, superando al 27% de los combustibles fósiles. De esta manera, nuestro país está avanzando de forma consistente y determinada hacia una matriz energética más limpia, clave para alcanzar la ambiciosa meta de carbono neutralidad. Además, según el reciente ranking de Climatescope publicado por Bloomberg, Chile es el mercado emergente más atractivo para la inversión en energías renovables.
Astronomía:
El desierto de Atacama es el mejor lugar del planeta para estudiar el universo. La corriente de Humboldt, junto a la cordillera de los Andes, propician una atmósfera estable, seca y liviana que permite observar el cielo con inmensa claridad. Durante los últimos 50 años, Chile ha establecido las condiciones para acoger a los observatorios más avanzados de la astronomía, convirtiéndose en los ojos del ser humano hacia el universo con el 70% de la capacidad telescópica terrestre instalada en el país.
Actualmente, en la Región de Antofagasta, se está construyendo el Extremely Large Telescope (ELT) del Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés). Éste será el telescopio de luz visible e infrarroja más grande del mundo, es decir, el ojo más grande del planeta para mirar el cielo. Se espera que entre en funcionamiento a fines de 2027 y, así, observar lo nunca antes explorado por la humanidad en la investigación espacial.
Electromovilidad:
Chile está apostando por un transporte público sustentable. Según el Ministerio de Transporte, actualmente contamos con 810 buses eléctricos y el próximo año tendremos 1.900 buses cero emisiones como parte de la flota eléctrica del sistema, no solo en la Región Metropolitana, sino a lo largo del país. Y ya no será necesario importar los buses eléctricos. En julio de este año se inauguró en Rancagua la primera fábrica de buses eléctricos de Latinoamérica. Reborn Electric Motors espera desarrollar anualmente 200 buses y, de este modo, evitar la emisión de 65.200 toneladas de CO2 a la atmósfera al año. Este tipo de transporte limpio y amigable con el medio ambiente también ha cautivado al sector privado: ya es posible encontrar camiones eléctricos en algunas mineras en el norte del país.
Esta apuesta por la electromovilidad ha permitido a Santiago convertirse en la segunda ciudad del mundo con la mayor cantidad de buses eléctricos después de las urbes chinas, y a Chile en un líder en esta materia a nivel regional.
Observatorio de Cambio Climático:
A comienzos de año, Chile lanzó esta plataforma que recolecta data de una red de sensores ubicada estratégicamente en nuestro territorio, desde Visviri por el norte hasta la Antártica en el extremo sur. Los sensores del Observatorio de Cambio Climático permiten obtener información sobre temperaturas, precipitaciones, niveles del mar, niveles de las masas de hielo, radiación solar, velocidad y dirección del viento, entre muchos otros, y los disponibiliza de manera abierta y estandarizada para contribuir a la toma de decisiones basadas en evidencia científica, no solo para nuestro país, sino para el mundo. De esta forma, Chile se ha transformado en un sensor global de cambio climático.