Paso 1 – Limpiar el conejo y porcionar. Lavar el conejo en agua con vinagre y una pizca de sal. Dejar de un día para otro. Enjuagar y adobar el conejo con un diente de ajo, poco de vinagre, orégano, pimienta entera y sal. Reposar por 3 a 4 horas en el refrigerador.
Paso 2 – Aparte, calentar el aceite de oliva en una olla y dorar las presas del conejo por todos lados. Retirar las presas y en la misma olla saltear la cebolla con el ajo restante, zanahoria y el pimentón picado. Sudar por algunos minutos y agregar las presas de conejo previamente doradas.
Paso 3 – Condimentar con ají de color, comino y hoja de laurel. Revolver bien.
Paso 4 – Agregar el vino blanco. Rectificar sal y cocinar con olla tapada fuego suave por 30 minutos aproximadamente o hasta que el conejo esté blando.
Paso 5 – Servir caliente. Opcional: también se puede servir frío.