El agua está compuesta por dos moléculas de hidrógeno y una de oxígeno. A través de un proceso químico llamado electrólisis se logra separar la molécula de hidrógeno del agua, la cual se utiliza como combustible. Cuando este proceso está alimentado por energía renovable, se produce el llamado hidrógeno verde, un combustible limpio, sin emisiones y amigable con el medio ambiente.
Chile tiene un enorme potencial para el desarrollo del hidrógeno verde debido precisamente a que la matriz energética de nuestro país es cada vez más renovable, ya que nuestro territorio tiene el privilegio de contar naturalmente con un gran recurso para producir energía solar y eólica, como el desierto de Atacama en el norte y los vientos de nuestros miles de kilómetros de costa.
El hidrógeno verde, también conocido como el “combustible del futuro”, jugará un rol fundamental en la meta de Chile para alcanzar la carbono neutralidad a 2050, ya que se estima que podría mitigar entre el 17% y el 27% de las emisiones de dióxido de carbono a esa fecha, y nos permitirá reducir nuestra dependencia a combustibles fósiles como el petróleo y el gas.
Según el Ministerio de Energía, la industria del hidrógeno verde en Chile podría convertirse en un nuevo polo de progreso para el país, similar a lo que representa hoy la industria del cobre. Actualmente, el Gobierno está trabajando en la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde, la cual se presentará el próximo mes de noviembre. De esta forma, Chile pasará a pertenecer a un reducido grupo de países que contarán con una hoja de ruta en esta materia, clave para un desarrollo económico sostenible y en línea con el respeto al medio ambiente.
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