En el Día Nacional de los Pueblos Indígenas, te invitamos a un recorrido por los 11 pueblos originarios reconocidos por el Estado de Chile.
Más de 2 millones de chilenos se declaran pertenecientes al pueblo indígena, de los cuales, 1,7 millones se declaran pertenecientes al pueblo mapuche, y 156 mil se declaran aymaras, y 88 mil se reconocen como diaguitas, los tres pueblos más numerosos de Chile, de acuerdo con cifras del último Censo (2017). El Estado de Chile, mediante la ley 19.253, reconoce como principales pueblos originarios de Chile a los Mapuche, Aymara, Rapa Nui, Atacameños o Lickan Antai, Quechua, Colla, Chango, Diaguita, Selk’nam, Kawésqar y Yagan. En el día nacional de los pueblos indígenas, hacemos un breve recorrido por algunos datos clave de cada uno de ellos.
Los Aymara son el segundo pueblo originario más numeroso de Chile (después del mapuche), de acuerdo con las cifras oficiales, y son identificados en la actualidad por su lengua, su cultura andina y las tierras que habitan, en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta. Las comunidades aymaras ocupan el altiplano, extendiéndose por una inmensa zona que abarca los alrededores del lago Titicaca (Bolivia), el Norte Grande chileno y el noroeste argentino.
Entre las expresiones artísticas aymaras destaca el arte textil, que destaca por su excelencia técnica y fineza, principalmente destinado al vestuario y a piezas ceremoniales. La música y el baile son dos expresiones culturales muy importantes, mientras la platería de joyas y objetos de uso ritual es otra forma de arte en la que destaca este pueblo originario de Chile.
Los Atacameños o Likan Antai ocupan valles, oasis y quebradas del Salar de Atacama y la cuenca alta del río Loa y su afluente, el río Salado, en las comunas de Calama y San Pedro de Atacama, ambas en la región de Antofagasta. La lengua de los atacameños es el kunza. Muchos de sus miembros se autodenominan Likan-Antai, palabra que en kunza significa “habitantes del territorio”.
En el arte atacameño destaca la cerámica, la cestería, los textiles, la orfebrería, el baile y la música, y su economía tradicional es de base agroganadera.
Los quechuas se definen como etnia a partir de su lengua, el quechua. Sus comunidades se localizan en la zona de Ollagüe y en el río San Pedro, un afluente del río Loa (en la región de Antofagasta). Esta región posee relaciones históricas con el Salar de Uyuni (Bolivia), y articulaciones económicas con la cuenca del río Loa y la costa Pacífica. Además, se han constituido comunidades quechuas en el oasis de Mamiña, y los pueblos indígenas de Chile de Quipisca y Miñi Miñe, comuna de Pozo Almonte, (región de Tarapacá). Su economía se basa en la ganadería y agricultura, y hoy conservan como artesanía la alfarería y arte textil.
Los collas actualmente ocupan parte del desierto de Atacama, algunas quebradas de la precordillera y el borde de la puna de las provincias de Copiapó y Chañaral (región de Atacama), aunque algunos de sus miembros viven en pueblos y ciudades.
Su economía tradicional se basa en la ganadería y en menor medida en la agricultura. Mientras, la artesanía textil con tejido, a telar y a palillos, es una de las actividades artísticas que practican las mujeres collas, organizadas en torno a talleres o emprendimientos individuales.
El pueblo indígena chango es heredero de una tradición marítima costera de las regiones de Antofagasta, Atacama y Coquimbo. Su símbolo más distintivo es la balsa de cuero de lobo que fue un diseño único en la historia de la navegación. Estaban adaptados para prosperar en una franja costera casi sin agua dulce y sin recursos vegetales ni animales terrestres; por lo tanto, no desarrollaron la agricultura ni la ganadería.
Los changos hoy reconocen al mar y la caleta como referentes clave de su identidad, en los cuales se ha desarrollado la existencia de sus ancestros y la suya. El mar, además de los recursos que proporciona, tiene vida propia.
El pueblo indígena chango fue reconocido formalmente como una etnia indígena chilena a partir de una ley promulgada el año 2020. Alrededor de 4 mil personas se reconocen como parte de esta etnia.
Los Diaguitas habitaron originalmente a ambos costados de la Cordillera de los Andes. En Chile, antes de la llegada de los españoles, ocuparon los valles del Norte Chico -Copiapó, Huasco, Elqui, Limarí-Choapa, en las regiones de Atacama y Coquimbo.
Es en el Valle del Huasco, específicamente en el río Tránsito, donde resurge el proceso de etnificación diaguita, cuya presencia determina el reconocimiento de los diaguitas en el año 2006, cuando se modifica la Ley Indígena Nº 19.253, para incorporarlos como pueblo indígenra de Chile.
La alfarería (a través de cántaros y vajillas) y la producción textil son dos de sus prácticas artesanales tradicionales.
Rapa Nui o Isla de Pascua, se ubica en medio del Pacifico Sur, a 3.700 kilómetros del continente, y forma parte de la región de Valparaíso.
El 80% de la población se concentra en Hanga Roa, un poblado que es capital de la Isla y la provincia, y que cuenta con cinco caletas de pescadores (Hanga Piko, Hanga Roa Tai, Hanga Ho’onu o La Perouse, Hanga Nui y Hanga Te’e en Vaihu). El resto de la población se localiza en las zonas rurales de la isla.
Su economía se basa en la agricultura, complementada por productos marinos como pequeños moluscos, y peces como el atún. Poco antes del año 690 d.C. se dio origen a una arquitectura religiosa monumental en el sector costero, a través de los ahu, plataformas de piedra sobre las cuales se erigen los moai, ya sea en solitario o en filas de hasta quince.
Es el pueblo indígena más numeroso de Chile, representando un 78% de los que se identifican como indígenas. Las comunidades mapuches hoy se localizan desde el río Biobío y su afluente, el río Queuco por el norte (región del Biobío), hasta Chiloé (región de Los Lagos), por el sur.
La cosmovisión mapuche es de gran riqueza y diversidad, y se relaciona con el ordenamiento del mundo, las formas de expresión material y simbólica que se expresa en los ritos, ceremonias y en la naturaleza.
El patrimonio cultural mapuche es muy vasto. En su forma inmaterial está constituido, entre otros aspectos, por la lengua mapudungún, por el conocimiento de la naturaleza y la relación entre los hombres, la oralidad, y las prácticas espirituales y de sanación, así como por prácticas y creencias religiosas.
Se estima que los Kawésqar llegaron a los canales australes hace unos 6.000 años. Las teorías del poblamiento plantean que procedían del norte, y arribaron siguiendo la ruta de los canales desde Chiloé y cruzaron el istmo de Ofqui. También, podrían provenir desde el sur, teniendo su origen en las poblaciones cazadoras de la Patagonia Oriental, que se hicieron navegantes.
En su origen, fueron un grupo canoero, nómade, cazador y recolector, y se localizan en Puerto Edén y la ciudad de Punta Arenas, en la región de Magallanes y la Antártica Chilena. Sus adornos fueron collares de conchas y plumas, y su vestimenta era una capa de cuero cuyo material variaba de acuerdo al territorio (lobo marino y venado), y dibujaban su rostro y cuerpo con rayas y motivos geométricos.
Los selk’nam habitaban la Isla Grande de Tierra del Fuego, la cual se dividía en dos regiones: Párik, al norte del río Grande, caracterizada por sus praderas ventosas, y Hérsk, al sur del río, con bosques, montañas y lagos. Esta área tiene un clima severo, con veranos cortos y frescos e inviernos largos, húmedos y fríos.
Sin embargo, la isla poseía una abundante fauna, incluyendo mamíferos marinos y moluscos en la costa del Pacífico, y guanacos, zorros y roedores en la costa Atlántica. Además, contaba con diversas plantas comestibles y una amplia variedad de aves en toda la región.
Yámana o Yagán es el nombre que lleva el pueblo originario chileno de canoeros más austral del mundo, que ocuparon las islas al sur de Tierra del Fuego, entre el canal Beagle y el Cabo de Hornos, cuyas últimas familias se asientan hoy en Villa Ukika y Bahía Mejillones, cerca de Puerto Williams, región de Magallanes.
Se caracterizan por ser pueblos originarios de Chile nómades que desarrollan actividades de caza, pesca y recolección. La canoa fue central en su forma de vida, y se construía a partir de la corteza completa de un árbol, recortada y modelada como una góndola.
Fuente: Conadi