Chile es la nación más larga y de las más angostas del planeta. Limita al norte con Perú, al este con Bolivia y Argentina, al sur con el polo y al oeste con el océano Pacífico, a lo largo de una costa que supera los 4.000 kilómetros. Su relieve es accidentado y montañoso: con no más del 20% de la superficie del país es llana.
Nuestro país suele ser considerado como tricontinental porque, además de su territorio en el continente americano, también está presente entre los meridianos 53° O y 90° O de la Antártica, y la Isla de Pascua, uno de los principales destinos turísticos del país, se encuentra ubicada en el continente de Oceanía. La suma total de todos sus territorios nos da una superficie total de 2.006.354 kilómetros cuadrados.
Pareciera que en Chile se puede encontrar todo tipo de manifestaciones de la naturaleza. Glaciares milenarios, salares que brillan como la nieve, el desierto más árido del planeta, bosques, lagos, selvas y volcanes que constantemente lanzan fumarolas al cielo, son solo algunas de las maravillas geográficas del país. El territorio continental del país está escenificado por la Cordillera de los Andes, por el este, formado por valles intermedios, otra cadena montañosa denominada Cordillera de la Costa y planicies litorales bañadas por el océano Pacífico.
La extensa costa acoge muchas ciudades de norte a sur, tales como Arica, Iquique, Antofagasta, La Serena, Valparaíso, Viña del Mar, Concepción, Puerto Montt y Punta Arenas, entre muchas otras. Por efecto de la corriente de Humboldt, proveniente de la Antártica, las aguas marinas suelen ser más frías al sur y centro del país, mientras que al norte aumentan su temperatura producto de los flujos tropicales.
En medio del mar y con un origen volcánico que se remonta a la antigüedad del planeta, se halla la polinésica Isla de Pascua. Los gigantescos moáis saludan al visitante desde una misteriosa cultura originaria. El archipiélago Juan Fernández guarda también sus propios secretos y es el escenario de la historia del escocés Alexander Selkirk, cuyo naufragio en una de las islas de este archipiélago inspiraron la célebre novela Robinson Crusoe.
La propiamente chilena Cordillera de la Costa empieza en el extremo norte, en las cercanías de Arica, y se extiende hasta la Península de Taitao, en la Patagonia. Sólo es interrumpida por los ríos que desembocan en el mar y tiene como altura máxima la Sierra Vicuña Mackenna, con 3114 metros sobre el nivel del mar.
Entre ambas cordilleras, se presenta la Depresión Intermedia, la cual se caracteriza por sus planicies y valles transversales, además de una multiplicidad de paisajes y climas. Mientras el norte se caracteriza por sus zonas desérticas, el sur está constituido por bosques, ríos y lagos. También acoge importante capitales regionales, tales como Santiago y Temuco.
La imponente Cordillera de Los Andes es una especie de espina dorsal de nuestro país. Es la continuación de una cadena montañosa que emerge en Colombia y alcanza una altura promedio de 5.000 metros. Al sur de Santiago, comienza a descender, hasta desaparecer en el extremo austral del continente, pero reaparece en la Antártica con el nombre de Antartandes.
Las cumbres más sobresalientes de la Cordillera de Los Andes son el volcán más alto del mundo, el Nevados Ojos del Salado (6.891 metros), el Nevado Tres Cruces (6.749 metros), el Volcán Llullaillaco (6.739 metros), y el Volcán Tupungato (6.570 metros). En el extremo sur, emergen los Andes Patagónicos, donde destacan la reconocidas Torres del Paine y el Monte Fitz Roy (3406 metros).
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