El cuidado del medio ambiente y el combate al calentamiento global necesitan de ideas innovadoras y de talentos de carne y hueso que generen cambios reales con ellas. En Chile son muchos quienes han decidido emprender teniendo la sustentabilidad como objetivo y están generando desde este rincón del mundo respuestas claras y con eco mundial a las problemáticas que aquejan al planeta. En el día del medioambiente, presentamos 10 innovaciones verdes made in Chile que están creando un mejor futuro para el planeta.
Salvar los glaciares es lo que pretende esta iniciativa chilena. Según estimaciones de la Dirección General de Aguas, los glaciares en Chile ocupan una superficie total de 23.641 km2, cifra que corresponde al 80% de los glaciares de Sudamérica y hoy están en evidente retroceso producto del calentamiento global. Por esa razón durante los meses de verano, el abogado y ex presidente de Metro Clemente Pérez junto a la empresa Suyai, construye estructuras metálicas removibles para cubrir grandes masas de hielo con un sistema de geotextiles blancos que los protegen de los efectos de la radiación solar y polvo en suspensión, además de generar una bolsa de aire entre la estructura y el hielo obteniendo así un aislante térmico. De esta forma, se evita hasta el 65% del derretimiento de un glaciar.
Este verdadero laboratorio textil, creado por la pareja de diseñadores industriales Pamela Castro y Felipe Ferrer, se ha especializado en el upcycling o reutilización creativa desde 2001, dando nueva vida a ropa usada de reconocidas marcas y utilizando como material todas las telas dadas de baja por diferentes industrias como las telas de PVC de los carteles de campañas electorales o afiches de cine, entre otros materiales que tardan más de 500 años en degradarse. Revalorizan el material desechado mediante la combinación del estudio de sus componentes, la aplicación de tecnología a los materiales textiles, la ecología y el diseño creando desde accesorios de vestir hasta líneas de productos para el hogar. Su propuesta les ha valido varios reconocimientos internacionales, como ser incluidos por la editorial Thames and Hudson (Inglaterra) en el libro 100 Innovaciones textiles del siglo XX y desde 2002 han exportado a países como Estados Unidos, Japón, Holanda e Inglaterra.
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Sistema de monitoreo de colonias de abejas que funciona las 24 horas del día, los siete días de la semana entregando información clara y oportuna para reducir el riesgo de mortandad de las abejas a través de sensores no invasivos, sistema de notificación y alertas de posibles plagas o brotes de plagas. La tecnología creada por la chilena Mónica Herrera, busca proporcionar una solución inteligente a la fuerte disminución de las poblaciones de abejas en todo el mundo para que los apicultores mantengan sus colmenas saludables y a las abejas, encargadas de uno de los procesos más importantes de la naturaleza, bien protegidas.
Con la idea de contribuir al cuidado del medio ambiente llegó José Manuel Moller a los negocios de barrio con Algramo, un sistema de ventas retail a granel que hoy está cambiando la forma de comprar alimentos en el mundo: obtiene productos en grandes cantidades y luego los vende en máquinas dispensadoras donde se pueden comprar porotos, garbanzos, lentejas, arroz, detergentes y otros productos de necesidad básica a granel y en envases reutilizables, lo que disminuye los precios, al mismo tiempo que reduce el desperdicio de envases plásticos contaminantes. De esta forma se beneficia el bolsillo de las familias y el planeta. Este exitoso y premiado modelo de recarga y reutilización de envases está creciendo en América Latina, Estados Unidos, Indonesia y entre sus planes figura abrir oficinas en Europa.
Cada día en el mundo se consumen 15.000 millones de cigarrillos. Y de ellos, se calcula que el 70% son desechados al medioambiente. Con esta problemática como telón de fondo, en 2018 un grupo de científicos chilenos creó Imeko, una empresa pionera a nivel mundial, que se encarga de recolectar, transformar y revalorizar las colillas de cigarrillo, transformándolas en productos sostenibles como posavasos, maceteros, artículos de decoración, entre otros. Todo esto, a través de un proceso que remueve la toxicidad de las colillas y recupera el filtro, que no está hecho de algodón, como muchos creen, sino de un plástico no biodegradable llamado acetato de celulosa.
Green Bricks
Erwin Uribe y Diego Cartes, quieren convencer al mundo de que se puede salvar al planeta cuando se construyen casas y espacios, si es que es con el material adecuado. Esta empresa regenerativa transforma plásticos reciclados en productos innovadores para la construcción como prefabricados de hormigón sustentable, revestimientos de interior y exterior, entre otros, bajo un modelo de economía circular con impacto social, ambiental y económico. Revalorizan de dos a tres toneladas de desechos de plástico mensual y eso lo transforman en 300 a 400 metros cuadrados de insumos sustentables para la construcción, sin dejar de lado el diseño y la estética.
Suplir las necesidades de alimentación a nivel global y reducir la cantidad de residuos orgánicos que van a parar a los vertederos son los desafíos que los chilenos Cristián Emhart y Alejandro Tocigl decidieron tomar. ¿Cómo? Alimentando con esa basura orgánica a un insecto que luego se transforma en comida para peces y animales. Este proyecto, único en Latinoamérica, aprovecha la alta capacidad proteica de la mosca soldado negro para transformar los residuos orgánicos recolectados de ferias, casinos y cervecerías en harina de insecto que sirve no solo a la industria salmonera, sino a peces de acuarios, mascotas y hasta a animales de los criaderos. Así, evitan la sobreexplotación del recurso marino y la deforestación al reemplazar la harina de pescado y la soya por esta proteína que, aseguran, es la más sustentable del mundo.
Góndolas de supermercados libres de envases de plástico. Con eso sueñan los creadores de Solubag, luego de lanzar a principios de este año el primer envase de alimento que se disuelve en agua del mundo. Su tecnología se basa en la misma materialidad con la que se crean las cápsulas que recubren los medicamentos. Este hito apunta a que el clásico envase de plástico que contiene papas fritas, galletas y un sinfín de productos que a diario consumimos, sea reemplazado por uno que desaparece al entrar en contacto con el agua.
Solubag cuenta con una serie de productos hidrosolubles tanto en envases flexibles, rígidos y tela que vende en Estados Unidos y Europa, y en tiempos de pandemia, destaca su aporte con las mascarillas de tela hidrosoluble, como alternativa a las mascarillas desechables.
Esta empresa de servicios de estadística e inteligencia artificial encabezada por cuatro chilenos expertos en diversas disciplinas, creó “Recíclame”, una aplicación que, a través del escaneo del código de barras, permite trazar los residuos plásticos desde su producción hasta el reciclaje. Se trata de un sistema de registro mediante blockchain desarrollado en conjunto con la Cepal y Euroclima, que apunta a solucionar el “eslabón perdido” en la cadena del plástico: su trazabilidad una vez que pasa a manos de los consumidores. El incentivo al consumidor del plástico para ayudar a generar esa trazabilidad es una criptomoneda que lo premia por registrar ese plástico, y por terminar el ciclo del reciclaje en los contenedores inteligentes que hacen el registro final del plástico recolectado y además lo clasifican, dándole un nuevo valor al residuo. La información recogida, mediante un modelamiento predictivo con inteligencia artificial, permite anticipar cuáles son los recursos que se necesitan -y dónde- para recuperar esos residuos y cerrar el círculo, generando proyecciones de patrones de consumo y de reciclaje. “Recíclame”, esta en pleno proceso de implementación y el próximo año será su lanzamiento masivo para Chile y otros países del mundo.
Solución de reverse vending machine que premia a los usuarios por reciclar, mediante una experiencia positiva en torno al reciclaje creada por Metro Valparaíso en 2017. Se trata de una red inteligente de captación de botellas plásticas, de vidrio y latas que, a través de máquinas recolectoras conectadas a una aplicación móvil, permite a los ciudadanos reciclar sus envases y canjear productos, acceder a servicios y a varios beneficios a través de los Ekopesos que acumulan por su tarea de reciclaje.