En el Día Internacional de la Observación de la Luna, no podíamos dejar de buscar la relación que tiene Chile -el país que posee la mayor capacidad de observación astronómica del mundo-, con este satélite natural; pero más allá de la interesante data que consiguen sus telescopios, nos encontramos con que Chile tiene curiosas anécdotas con la Luna que te contamos aquí.
Desde las primeras civilizaciones la observación de la Luna ha sido una actividad muy importante; sus distintas fases han sido tomadas como referencia para establecer calendarios y actividades humanas. “La luna es nuestro satélite natural, por ella tenemos mareas. Durante siglos la gente ha sembrado y cultivado según las fases lunares”,
dice Carolina Agurto, investigadora de la U. de Chile, PhD en astrofísica de la U. de Munich, e integrante del grupo de divulgación científica Star Tres. Esa es la razón por la que en Chile existen, por ejemplo, viñas biodinámicas que se guían por la Luna para hacer sus vinos premium como las viñas Koyle, Emiliana, Matetic, entre varias otras.
A todos nos gusta mirar la luna y Chile es sin dudas uno de los mejores lugares del mundo para observarla, con cerca de 90% de noches despejadas al año, los cielos nortinos son un laboratorio natural incomparable para estudiarla, por eso aquí se encuentran los telescopios más poderosos del mundo con los que se descubren particularidades de este astro como que es ¼ el tamaño del planeta Tierra; o que es 400 veces más pequeña que el sol; o que su superficie es más pequeña que Asia; o que cada año se aleja de la Tierra 3.8 centímetros. Pero la relación de la Luna con nuestro país, no tiene que ver solo con sus observatorios…
¿La Luna es de un chileno?
Cuando la misión Apolo 11 llegó a la Luna, ésta ya tenía dueño: un chileno, Jenaro Gajardo Vera, oriundo de Talca, la inscribió a su nombre en una notaría local, el 25 de septiembre de 1954. Tiempo después, en el diario estadounidense The Evening Independent, el chileno apareció como “el dueño de la Luna”, que según informó, compró a sólo un dólar. De ahí en adelante decenas de medios internacionales, como BBC Mundo, llevaron en sus páginas esta historia.
Pero la verdad es que, de acuerdo con el derecho espacial, la Luna no es de nadie y es de todos al mismo tiempo. Aunque sí está a nombre de un chileno.
Sólo Chile trasmitió la llegada a la Luna en Latinoamérica
El momento en que Neil Armstrong y su tripulación llegó a la Luna fue transmito en vivo y en directo para todo el planeta. Pero de todos los países de Latinoamérica, el único que logró ver la hazaña fue Chile, gracias a la Estación Satelital de Longovilo y esto fue posible porque el satélite de la trasmisión internacional estaba en el Océano Pacífico.
En el Apolo 11 sonó una radio chilena
Neil Armstrong, en una de sus visitas a Chile, contó que en medio del viaje a la Luna, que duró cuatro días, de pronto interceptaron un señal de radio en español cuando pasaban por el Océano Pacífico. El astronauta aseguró que se trataba de la radio El Conquistador y dijo que le pareció “agradable y dulce”.
En Chile hay pedacitos de Luna
Los astronautas del Apolo XI recogieron fragmentos de la Luna cuando estuvieron ahí. Dos de ellos terminaron en Chile a modo de agradecimiento al país por instalar estaciones de rastreo satelital en Antofagasta y Peldehue, lo que contribuyó al primer alunizaje de la historia. Se pueden ir a ver al Museo de Historia Natural y al Museo de la Familia Frei.