Gestionar las cada vez más escasas reservas de agua se ha convertido en un tema esencial en Chile, al punto de que la nación sudamericana está asignando al recurso hídrico su propio ministerio.
El gobierno envió al Congreso un proyecto de ley para transformar el Ministerio de Obras Públicas en el Ministerio de Obras Públicas y Recursos Hídricos, una entidad que supervisará y coordinará a las 43 instituciones relacionadas con el agua que existen en Chile.
El gobierno, cuya gestión se ha visto demorada por los defensores de los derechos de aguas, intenta con esto mejorar el control del que pareciera ser el sistema hídrico más privatizado del mundo. El mayor malestar de los chilenos con respecto a las desigualdades, la peor sequía registrada en más de una década y el cambio climático se combinan para hacer del agua un tema central en el proceso de redacción de una nueva Constitución. Al mismo tiempo, los legisladores abordan el debate de los cambios a la normativa hídrica.
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