A 60 años de la fundación del Instituto Chileno Antártico (INACH), una institución técnica que desarrolla investigación de calidad, destacamos a seis mujeres cuyo trabajo, ciencia y hazañas se relacionan con el territorio antártico.
Pionera en una base antártica
Yasna Ordónez se convirtió en 1997 en la primera mujer chilena en asumir como jefa de una base antártica. “Me tomó por sorpresa, porque generalmente este rol lo desempeñaban hombres, y fue porque yo leía todos los informes de la expedición científica, y mi trabajo requería estar al tanto de todo lo que ocurría en la institución”.
De jefa de difusión de INACH, Yasna pasó a liderar la base profesor Julio Escudero en la isla Rey Jorge, principal instalación científica nacional en la Antártica, donde fue encargada de organizar a todos los equipos durante la expedición de ese año, y resolver emergencias en un lugar de condiciones climáticas extremas y escasa conexión con el continente.
La isla Rey Jorge posee un importante valor en lo que es la colaboración científica internacional, albergando bases Chile, China, Rusia, Uruguay, Argentina, Corea, Polonia, Perú y Brasil. Yasna trabajó en INACH hasta 2016, fecha en que se jubiló, después de 41 años en este servicio.
La “Sirena de Hielo”
La nadadora Bárbara Hernández, rompió un récord Guiness en febrero de 2023 al lograr un nado de 2,5 kilómetros en el océano antártico, sin traje de neopreno y a una temperatura de 2,2 grados. La hazaña de la apodada “Sirena de Hielo” fue en las gélidas aguas frente a la Base Naval Capitán Arturo Prat, y tras finalizar esta proeza enfrentó una severa hipotermia.
Su intención era atraer las miradas a este territorio y generar conciencia sobre el deshielo polar. “Estamos en una carrera contra el tiempo. Este lugar necesita protección, todo nuestro futuro depende de ello” señala la nadadora. Agrega que “la geografía de la Antártica ha sufrido cambios significativos. En lugares donde hace 15 años había campos de hielo, ahora hay barro. Por lo tanto, es clave garantizar que se convierta en un área marina protegida lo antes posible”.
Del aula a la Antártica
Sofía Cerpa viajó a la Antártica cuando cursaba tercero medio en el Colegio Saint John de Rancagua. En 2020 esta joven junto a su compañera Aracelli Galvez y su profesor Alex Catalán, presentaron un proyecto de investigación a la Feria Antártica Escolar, organizada por INACH, sobre los efectos del cambio climático en el sistema inmune de los pingüinos. El premio que ganaron fue integrar una expedición con estudiantes de Talca y Colina a la base Julio Escudero en la isla Rey Jorge.
“Fue una experiencia inolvidable, estuvimos una semana en este lugar y acompañamos a los investigadores de turno, era una labor educativa”. Observaron animales, recolectaron muestras de musgo antártico y navegaron hasta el glaciar Collins. “Me impactó que a todas estas personas de distintos países y contextos las unía el amor por la ciencia antártica” y “después de este viaje decidí irme por el lado de la ciencia, hoy estoy en primer año de medicina”.
Experta en logística polar
Hace más de una década que Wendy Rubio está a cargo de Operaciones en el Departamento de Expediciones de INACH, donde es la responsable de coordinar todos los movimientos que se efectúan en la Antártica y brindar el soporte necesario a los investigadores de la Expedición Científica Antártica (ECA). En la última campaña debió movilizar a más de 400 personas, desde investigadores hasta personal logístico.
Además, esta ingeniera industrial fue electa en 2023 como parte de los cinco vicepresidentes del Consejo de Administradores de Programas Antárticos Nacionales (COMNAP), instancia internacional que congrega anualmente a los países que son signatarios del Tratado Antártico. “La logística antártica es muy compleja, entonces se tiende a compartir experiencias, como medios de transporte y la información que puede ser útil por ejemplo en el salvamento de las personas o en la seguridad”.
Primera mujer en liderar base FACH
Por primera vez en la historia, una mujer asumió el liderazgo en la base antártica Gabriel González Videla, entre noviembre de 2023 y marzo de 2024. A casi 3 mil kilómetros del Polo Sur, la capitán de bandada, Francisca Muñoz, encabezó durante cuatro meses a un grupo de 14 personas, nueve aviadores militares y cinco integrantes de la Armada.
“Mi abuelo por parte de madre era marino y vivió mucho tiempo en Puerto Williams. Ella me mostraba fotos, me contaba historias, y ahí nació la necesidad de viajar a la Antártica” señala. Los funcionarios destinados deben mantener la presencia nacional en el territorio antártico chileno, hacer labores de mantenimiento, apoyar la investigación científica y colaborar con las actividades de la Armada de Chile en la Capitanía de Puerto de Bahía Paraíso.
“Durante mi estancia en la base viví todos los climas en un día, luz durante las 24 horas y me maravillé con la fauna”, recuerda Muñoz. Actualmente, la capitán se encuentra destinada a labores de coordinación y planificación en la base Frei ubicada en la isla Rey Jorge.
Estudio de la flora antártica
Con más de 15 expediciones al continente blanco, la ecofisióloga vegetal, académica e investigadora de la Universidad Católica de Temuco (UCT), Angélica Casanova, se ha especializado en la flora de este territorio y los efectos del cambio climático. Ha podido demostrar que “el aumento de la temperatura favorece la reproducción de algunos organismos y su adaptación”, comprobando que “hay un aumento de población de plantas debido al retroceso glaciar” y que especies como los líquenes desaparecen debido a las olas de calor.
A su juicio, el futuro de la humanidad depende de lo que estamos haciendo por proteger las zonas polares. “El estudio de la Antártica es muy importante, porque regula el clima del planeta. Sin la Antártica la vida en el mundo no sería factible, por eso es necesario formar nueva gente y trabajar unidos” finaliza.